9/2/11

Reden

Fan fic: I'm not just anyone. Capítulo #5: Sekhmet

5 Abril de 2010, 2:30 p.m.

Buscar hotel fue cansado, a Bastet no le gustaba ninguno, “Todo esto es muy comercial”, les decía a todos los gerentes de cada uno de los hoteles, al final terminamos aquí; en una choza de uno de los habitantes del pueblo, que por cierto estaba en medio de la nada, como a ella le encantaba.
Estamos a punto salir a visitar las famosas pirámides que tanto le gustan, debo apurarme, pero mi cabello en este clima se esponja y no lo puedo mantener como a mí me gusta. En fin, no creo que nadie me reconozca, listo, una coleta está bien.
-Hasta que te dignas a salir.
-Bueno, ya sabes, mi cabello…
-No importa ya, te ves bien.
-Gracias, igualmente.
Con el dinero que tenía en mi tarjeta rentamos un helicóptero, nunca me había dado cuenta de lo placentero que es sentir el viento en tu cara, y que no haya más ruido del que hace el helicóptero, tener tiempo para meditar, para pensar en todo lo que no tienes tiempo de pensar en un agitado día de trabajo. Dos horas y media viajamos para que nos dejaran en la entrada para turistas de la pirámide.
-Gracias Hagen, eres increíble.
-De nada, pero ¿Por qué increíble?
-Porque otro en tu lugar buscaría conquistarme, o simplemente ni me hubiera mirado, tú haces todo esto porque sí, sin buscar nada a cambio. Eso es una gran virtud.
Si tan sólo supiera que en el poco tiempo que la conozco lo único que quiero es a ella, que quiero estar a su lado en todas sus locuras.
Debo hacerme a la idea de que eso nunca pasará. A menos que ocurra un milagro. Lo veo muy difícil, pero la esperanza es lo último que muere, o al menos eso he escuchado.
-Oh Dios mío, esto es todo lo que había soñado toda mi vida.
-A mí nunca me había llamado la atención. Algo me enseñaron en el colegio, pero lo tengo borroso. ¿Por qué te interesa tanto?
-Porque te puede sorprender en cualquier momento- Noté algo raro en su manera de decirlo.
-¿Qué tipo de sorpresa?
-Ah no sé, podría ser algo como esto- Me dio media vuelta ya que yo estaba de espaldas a ella, me miró como una fiera hambrienta, me tomó de la barbilla, vió mis ojos, y me perdí en los suyos, esos grandes ojos marrones; con suma delicadeza rozó mis labios con los suyos. Al principio estaba nervioso, debo aceptarlo, pensé que sólo lo hacía para humillarme, y luego reírse de mi inocencia; pero siguió ahí, con ese beso tierno y cálido, sincero.
Cadí. Al paso del tiempo ese beso fue subiendo de nivel. De un roce de labios, hasta jugar con nuestras lenguas, recorriendo hasta el último detalle de cada una de nuestras bocas, parecíamos verdaderos animales, insaciables, dejándonos poco tiempo para respirar entre cada beso, y aún no lograba entender porque lo hacía, sinceramente no me importó, eso era todo lo que deseaba en este mundo. La cosa se estaba poniendo más intensa. Pude sentir su suave piel cuando puse una de mis manos en su cintura, y la otra tratando de llegar un poco más lejos.
-No Georg, aún no es el momento.
-Claro que es el momento, aunque tal vez no sea el lugar. Eso no tiene importancia ¡Yo te amo!
-Y yo a ti, pero no sabes quién soy.
-Claro que sí, bueno, quizás no te conozca de hace mucho tiempo, pero juro que lo poco que te conozco… me he enamorado de ti- Sí, estaba enamorado, mucho, y no me importa decirlo, porque sé que aunque sea, muy en el fondo, ella siente lo mismo por mí.
-De verdad Georg, si quieres salir conmigo me tienes que escuchar, debes saber algo de mí, de mi pasado y presente.
-Te escucho.
-No soy quién crees.
-¿A qué te refieres?
-Tú conoces a Bastet, pero a mí no.
-No te entiendo. Tú eres Bastet -Lo era ¿o no?- bueno, ese es tu nombre.
-No Georg, mi nombre no es Bastet, yo soy Sekhmet.
-Sigo sin comprender.
-Somos como un paquete Georg, dos en uno, las dos estamos en éste cuerpo, pero cada una es diferente, las dos felinas, las dos hermanas, las dos polos opuestos, las dos nos complementamos y hacemos uno, por separado somos un desastre, pero cuando estamos las dos juntas pueden pasar muchas cosas. Yo amo el amor, no por lo que da, sino por lo que es, cada persona tiene su propia definición de amor, y es así como debe ser; mi hermana en cambio, ama la libertad, por como la hace sentir, para ella eso es el amor, ella no busca el amor en otro ser humano, lo ha encontrado en ella misma. Yo soy la romántica, y la que maneja el dinero. Casi siempre me deja “salir” cuando ve que ya no tiene nada en los bolsillos, hasta ahora he vivido muy triste dentro de Bastet, y como ya dije, ella no busca el amor en un hombre; no te ofendas, pero no sé porque permitió que la siguieras. Quizá quería probar qué era compartir con alguien su libertad, alguien que no se espantara con lo loca que está, más bien, que estamos. Mira Georg, todo esto se puede resumir: Bastet nunca amó a nadie y nunca la hará, más que a ella, claro, yo te amo, más allá de todo, sé que tú estás enamorado de las dos, tu beso lo dijo todo, pero sólo puedes amar a una, Bastet puede impresionar a cualquiera que la conozca, pero sólo YO te amaré, para siempre. Escucha a tu corazón, él sabrá que es mejor para ti, me voy, piénsalo.
-Claro.
¿Qué fue eso? Pobrecita, tiene doble personalidad y así anda por el mundo, ya lo había visto en psicología, jamás pensé toparme con una persona con ese desorden mental, pero ¿Cómo se le puede llamar al desorden mental que tengo yo por enamorarme de ella? O más bien, de las dos. Nunca en mi vida me había preguntado el significado del amor; tal vez Bastet y Sekhmet sean la respuesta. Por primera vez escucharé a mi corazón, me dejaré llevar por mis impulsos, y por lo que mi cuerpo me pida. Por supuesto que no puedo comportarme así todo el tiempo, soy demasiado analítico para comportarme de esa manera. Nada pierdo con intentarlo. Cuando “salga” Sekhmet se lo diré, mientras tanto aprenderé a vivir a manera de Bastet. Estoy a punto de cometer la locura más grande de mi vida, y esto es sólo en comienzo.

8:45 p.m.

Pasaron las horas, ya es noche cerrada y Sekhmet no ha aparecido, quiero saber que pasará; el beso que nos dimos hace rato fue tan mágico, tan sincero, tan indescriptible, me hizo que me elevará hasta la luna. Y ahora sólo siento la impotencia de no poder besarla de la misma manera. Eso me hace pensar (de nuevo el viejo yo) que sí amo a dos mujeres, ¿dos? Sí, porque cada una es diferente, aunque tengan el mismo aspecto físico, son muy distintas entre sí, ¿Se le considera ser infiel? ¿Aprovechado?, o bien ¿Loco?, o se le podría llamar amor, y me vuelvo a preguntar lo que tantas personas se han preguntado ¿Qué es el amor? Al menos tengo una pista, cada persona tiene su definición de amor, lo que hace que se vuelva aún más borroso. Ahora de tanto pensar tengo dolor de cabeza.
-No pienses tanto, el corazón tiene la respuesta, ¿El tuyo ya le tiene?, yo sé que así es Georg, no te confundas, ya soy yo otra vez. Sekhmet.
Doble personalidad, cada una más loca cada vez que abren la boca, y aparte psíquica. Bravo.

Fan fic: I'm not just anyone. Capítulo #4: Egipto

-Si, no te preocupes, es sólo un rasguño
-Ok, no me gustaría que nada malo te pasara

3 de Abril de 2010. 11:30 a.m.

(Por Georg)
Me despertó la brisa cálida de la mañana, ella estaba sobre mí, todavía durmiendo parecía un ángel. No la quería mover, pero ella se despertó.
-Buenos días.
-Buenos días Georg.
-¿Qué tal dormiste?
-Muy bien gracias ¿Tu?
-También bien.
-Soñé algo muy extraño. ¿Quieres que te cuente?
-Claro. Cuéntame ¿Qué soñaste?
-Bueno. Más que extraño, fue algo muy lindo. Soñé que volaba sobre las pirámides de Gizeh, pero no era yo, bueno si era, pero tenía cabeza de gato, como la Diosa que lleva mi nombre. Me sentí tan libre, la sensación era increíble, no era como cuando me tiro de un avión. Más bien, creo que es una pequeña probada de lo que es en realidad la libertad.
-Wow, que profunda, eres todo un misterio.
-Gracias- sonrió, pero algo en su sonrisa no me convenció de que estaba feliz.
-Amm, estaba pensando, ¿Te gustaría ir a Egipto?
-¡Por supuesto que sí! Es algo que haré. Pero no sé cuándo.
-¿Y si nos escapamos a Egipto?- En realidad no estaba seguro de lo que le estaba proponiendo, siempre he pensado que las cosas no hay que hacerlas por impulso, porque todo lo que haces tiene consecuencias; esta vez sólo me dejé llevar por mi corazón. ¿Me estoy enamorando de Bastet?
-Claro ¿Cuándo nos vamos?
-Hoy mismo. Cuando salgamos de aquí nos vamos directamente al aeropuerto, sólo debo ir por unas cosas a mi casa y listo, ¿Te parece?
-Me parece. Me caes bien Georg- Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, tenía ganas de besarla, abrazarla y no dejarla nunca más, pero no, ahora no es el momento.
-Perfecto.

2 p.m.

Pedimos que nos llevaran en la carretera a una camioneta un tanto oxidada. El viaje fue algo pesado. Les pedimos que nos dejaran cerca del parque de diversiones al cuál habíamos ido ayer, no iba a dejar mi coche estacionado ahí para siempre, además si me iba ir a Egipto con Bastet pues tenía que empacar al menos unas cosas. Subimos a mi coche, le abrí la puerta para que se subiera y eso hizo, en seguida me fui para el asiento del conductor y ocupé mi lugar. Manejé cerca de diez minutos hasta mi casa, que también comparto con Gustav, agarré lo primero que encontré en el clóset, por lo general soy bastante desordenado, y si no hubiera sido por el hecho de que Gustav es un maniático de la limpieza, como a mi me gusta llamarlo, no hubiera encontrado nada. Salí con mi mochila, mi pasaporta, y mi cartera con mis tarjetas de crédito.
-Listo, oye tienes…
-¿Pasaporte? ¿Visa? Claro. Viajo mucho. Tengo todos mis papeles en línea. Tengo unas ganas enorme de ir ya.
-No desesperes, que en menos de lo que te imagines ya estaremos ahí.

3 p.m.

Es el destino, alcanzamos lo últimos boletos para viajas, a última hora pero llegamos. Bastet se veía emocionada, desde la última vez que oí su nombre, empezó a gustarme la historia egipcia. Y más su nombre, se me hace una chica con carácter, que no se deja de nadie, pero aún no entiendo qué tiene de “Diosa de la fertilidad”, y todas esas cosas que leí en Internet, de cualquier manera; espero pronto descubrirlo. El viaje empezó, y perdí la noción del tiempo, aburrido, concentrado en mi música, admirando a esa belleza de mujer. Ella ocasionalmente miraba por la ventanilla y hacia anotaciones en una libretita muy curiosa. Moriría por saber qué es lo que escribe. Dormiré un poco, así será menos pesado.

4 de Abril de 2010

Hemos llegado. Bastet salta por todo el Aeropuerto, como una niña en Navidad que ve sus regalos debajo del árbol. Ha pasado algo muy raro, cuando bajamos del avión me abrazo hasta casi asfixiarme y me dio tremendo beso en la mejilla. No estoy seguro si lo hizo conscientemente, pero para mí fue la mejor experiencia en horas.

-¡Ah! No lo puedo creer, ¡estoy en Egipto! ¡Es tal y como lo soñé!
-Oye no quiero interrumpir en tu felicidad, pero debemos buscar un hotel. Si quieres podemos dormir en habitaciones separadas.
-No, prefiero que durmamos en la misma habitación, en camas separadas, claro está.
-Si- La verdad es que nada me gustaría más que pasar una noche con ella, sentir el calor de su cuerpo, y que ella sienta el mío, entregarnos al amor por una noche, pero Georg, ¡Basta! Estas pensando en sexo y apenas la conoces. Pero… Estoy en Egipto, sólo por ella. Porque, sí, me gusta. Y no sólo eso, estoy enamorado de ella. Me hechizó desde el primer momento en que la vi. Pero no puedo pensar en ella más que como una conocida, por más que quisiera conquistarla no podría, no me aceptaría, a mí ni a ningún hombre. Que duro es vivir un amor no correspondido
-Georg, vamos al hotel y luego al lugar más famoso de aquí, y dónde soñé que volaba: Las Pirámides de Gizeh.
-Claro que sí, me muero por conocerlas. Ah, tal vez también te gustaría visitar las Pirámides de Tutankamon.
-¿Cómo supiste?
-Intuición.
-Eres el mejor Listing. Gracias por todo.
-No agradezcas. Mejor adelántate que yo avisaré a mis amigos que no estaré por un par de días.

¡Mierda! ¿Cómo lo había olvidado? La verdad no me importaba lo que pensaran los chicos, me importaba lo que dijera nuestro representante, David, él sí que se iba a poner furioso cuándo se enterara de lo sucedido. Igual no debo pensar en eso en este momento. Sólo le enviaré un mensaje a Bill: “Bill, estoy en Egipto, estoy bien. Regresaré a Hamburgo en un par de días, por favor avísale a los demás”. Enviado. Recibí una respuesta suya a los cinco minutos: “¿Te has vuelto loco? ¿Qué haces en Egipto? ¿Y qué hay con la chica con la que ni nos avisaste que saldrías? ´
¿Sabes qué? No me respondas- Pero le tendrás que darle muchas explicaciones a David cuando vuelvas”. Por supuesto que sí, pero no hay nada que pueda perder en éste momento, me dejaré llevar por el corazón, no por la cabeza. Iré a vivir mi vida a la manera de Bastet.

Fan fic: I'm not just anyone. Capítulo #3: Mi oasis

Todo había salido como lo esperaba, dimos seis vueltas en esa cosa y obviamente el estómago de Georg no lo iba a soportar; ya llevaba veinte minutos y aún se oían los ruidos de todo lo que había desayunado irse por el desagüe. Ciertamente le estaba afectando esta salida. Pero él lo quiso así, debería saber que todo lo que decide tiene consecuencias. Ya salió, no tiene buen semblante; está pálido como la nieve, casi no se puede mantener en pie. Por lo general no me importa lo que le pase a la gente a mí alrededor, pero esta vez sentí que era mi responsabilidad ayudarlo.
-Por Dios Georg, tienes que comer algo, no te vez para nada bien.
-No te preocupes, estoy bien- aunque en realidad no lo estaba, estaba semi-agachado, tenía ambas manos en sus rodillas y la cabeza para abajo tratando de tomar aire.
-Te dije que ibas a hacer lo que yo te dijera y eso harás. Vamos.
-¿Qué pudo decir? Lo prometí.

6:34 p.m.

-¿Qué tal el mareo?
-Ya ni un síntoma. Gracias.
-De nada. No haces esto seguido ¿verdad?
-No como crees. Me encanta venir todos los días a gritar y vomitar. Me mantiene esbelto.
-Ha Ha. Muy gracioso.
-Bueno y… ¿Qué más haremos hoy?- No debió preguntar eso.
-Bueno, tenía pensado que nos subiéramos a ese- señalé un juego que te daba la vuelta y hacia que se te pusieran los pelos de punta. Inmediatamente Georg se quedó con los ojos como platos y tragó saliva- Pero creo que sería mejor que hiciéramos otra cosa, no estás en condiciones de volverte a subir a un juego como estos por un largo tiempo.
No dijo nada, sólo me dirigió una mirada que parecía decir “Gracias”, a lo que le devolví el gesto con una sonrisa cálida. Algo raro estaba pasando. No suelo sonreír a menos que este a mil metros de altura. Desafiando las leyes de la física. Haciendo cosas que no son posibles según algunos.

8:30 p.m.

Dos horas más tarde nos encontramos en el lugar más tranquilo que conozco. Vengo aquí muy seguido, éste lugar está perdido entre la nada; alejado de todo.
Cuando estás en constante cambio, en movimiento, en transición; todo ser humano necesita volver a su estado original. Cuando ya no puedo más, cuando ya he gritado lo suficiente, cuando la adrenalina está a tope y no puedo parar y ya no puedo ni quiero más; éste es mi oasis en mi alocada vida. No creo que nadie (o muy pocas personas) conozcan este lugar, ningún mapa lo especifica. Sin embargo, está aquí.
-Ya puedes quitarte la venda.
-Ya era hora ¿Por qué tanto misterio? ¿Dónde estamos? ¿Para qué me trajiste aquí?... Espera, nunca había visto este lugar.
-Te respondo: Es una sorpresa, es el lugar más tranquilo que conozco, para compartirlo contigo- ¿Compartirlo contigo? ¿Yo dije eso?- te he traído de aquí para allá y no estás acostumbrado. Relájate aquí, mañana volveremos a Hamburgo.
-¿¿Qué?? Pero yo tengo que estar en Hamburgo YA. Los chicos me van a matar. Y ni hablar de todo el interrogatorio que me estará esperando sobre dónde estuve todo el día. Dios mío. Me matarán.
-Pr favor Georg. Lo más grave que puede pasar es que crean que te fuiste con una prostituta, o que te secuestraron; nada grave…
-A ti te tiró tu mamá de chiquita ¿O qué? Tengo una reputación que cuidar.
-Georg… ¡Leb die sekunde!- Jajaja su expresión después de pronunciar esas palabras hizo que explotara en carcajadas, como diciendo “Maldito Karma”
-Bueno, seguro que les puedo inventar algo que me crean… Pasando a otro tema ¿Dónde dormiremos?
-Toma- Le lanze una bolsa para dormir, fue lo único que pude conseguir en el viaje para acá, pero con esto basta y sobra. Se perfectamente que hacer para sobrevivir.
-Una cobija. Bueno ¿y las cabañas?
-¿De que me hablas?
-Si, de dónde dormiremos; porque no me vas a decir que vamos a dormir aquí.
-Lamento decepcionarte, pero sí; dormiremos aquí. Ahora ayudame a buscar ramas y piedras para la fogata.
-Momento… ¿No bromeas verdad? ¿Hay alguna cámara oculta? ¿Esto lo mandaron hacer los chicos verdad? No es gracioso.
-¡Cállate y ayúdame!- creo que susurró algo… no estoy segura.
-Oh por Dios, no es una broma. En qué lió me metí.
-¡Que recojas ramitas!

9:00 p.m.

-¿Con esto está bien?
-¿Qué demonios es esto?- No puede ser tan imbécil, ¿Qué nunca ha hacho una fogata? ¿O mínimo no las ha visto en alguna película?... y ¿éstas piedritas qué?- Yo sabía que eras bobo, pero no conocía hasta dónde.
-Oye, tardé mucho en encontrar todo esto, ¡No que digas que no sirve!
-¡Claro que sirve! Sirve para calentarte unos… 30 segundos.
-¿¿Treinta segundos??
-Sí. Tienes suerte, no quiero saber que sería de ti si no estuviera YO aquí- deje caer la gran cantidad de piedras y leña que había conseguido durante media hora, Georg estaba impresionado, no sé porque pero me tenía respeto y admiración- ¿Listo para la acción?
-No me gusta estar de preguntón pero… ¿A qué te refieres con acción? No estarás pensando en… Ni se te ocurra.
-Pensando… ¿En qué? Ah bueno, si no quieres cenar ese es tu problema.
-¡Me muero de hambre! ¿Qué traes ahí?
-Ensalada.
-Muy bien, puedes hacerlo Georg, Bill y Tom comen ensalada todo el tiempo, no es tan difícil. Vamos, tu puedes, haz sobrevivido todo el día, la ensalada hasta parece… inofensiva- Dijo para sí mismo, poniéndose de espaldas, poniéndose dos dedos en las sienes, hechánose para atrás su castaña cabellera, yo me adelante y empezé a comer. Sólo un bocado para continuar con la fogata.
-¿Te ayudo en algo? o mejor ¿me siento aquí a no estorbar?
-No estorbes. Mejor come.
Haciendo fricción con dos ramitas logré encender una chispa, y también quemarme el dedo, al instante solté un grito y Georg se alarmó.
-¿Estás bien?

Fan fic: I'm not just anyone. Capítulo #2: ¿Qué es el amor?

2 de abril de 2010. Hamburgo, Alemania.

12:30 p.m.

Hace una semana le hice la promesa a Georg de vernos de nuevo en la base militar. En realidad no sé qué quiere de mí, pero seguro que puedo pasar un buen rato con él, después de todo hará lo que yo le diga. Hoy tengo ganas de hacer algo más convencional, iremos al parque de diversiones y después daremos una vuelta por St. Pauli. Por otro lado, ya me aburrí de dormir aquí, creo que necesito un cambio, y creo que mi cabello también lo necesita.

2:30 p.m.

Agh. Ahí está. Más vale terminar esto rápido.

-Hola Georg.
-Hola Bastet.- ¿Qué está haciendo? Se acerca a mi bastante ¿Acaso trata de darme un beso?
-¿Qué tratas de hacer?
-Te saludo de beso ¿Qué tiene de malo?
-No me gusta.- Lo aparte de mí.
-Lo siento. Y bueno… ¿Lista para tirarte del avión?
-No señor. Hoy no nos tiraremos de un avión. Iremos a un parque de diversiones.
-Pe-pero… ¿Entonces? ¿Qué hago con el avión?
-Déjalo ahí. A menos que te lo quieras llevar. Jajaja
-Ah bueno. Okey. ¿Por qué cambiaste de planes?
-Nunca dije que íbamos a hacer. Te dije que sí, pero que bajo mis reglas.
-¿Y cuáles son tus reglas?
-TÚ haces lo que YO te diga- sonreí maléficamente. Ciertamente no le agrada la idea.
-Pe-pe-pero ¿Qué?... Ay bueno. De acuerdo.
-Bueno vámonos.
-Claro. Mi auto está en la esquina y… -Lo interrumpí
-Jajaja. ¿Auto? Caminando Listing.
-¬¬

4:00 p.m.

El día esta hermoso. A pesar que estamos rodeados de tecnología , el cielo esta despejado, no pasa ni un solo avión, ni una sola ave. Completamente despejado y solitario. Durante todo lo que llavamos caminando Georg no me ha dejado de ver ni un solo instante
-Mmm…¿Qué tanto me ves?
-¿Qué? A no nada, amm… dime ¿Qué te gusta hacer?
-Lo que sea. Lo que tenga ganas de hacer.
-Wow. Eso suena como mucha libertad
-Si. Tengo mucha libertad.
-Y ¿Qué hay del amor?- Como me molesta que pronuncien esa palabra- ¿Eh? ¿Y los amigos? ¿Y la familia?
-Haces muchas preguntas. ¿Qué quieres saber exactamente?
-Quiero saber qué ocurre con tu vida, eres libre de toda responsabilidad. Pero te vez solitaria.
-Antes que conteste todas tus preguntas, respóndeme algo.
-Si claro lo que sea.
-¿Qué es el amor? Es decir, ¿Qué es para ti el amor?
-Pues, no sé. Supongo que es cuando piensas todo el día en una persona, sientes un hueco en el estómago cuando la vez, tartamudeas, te pones nervioso, te sudan las manos, y crees que esa persona es la más hermosa del mundo, no le vez defecto alguno, etcétera.
-¿Para ti eso es el amor?
-Sí. ¿Qué nunca te has enamorado?
-Te explicaré como funciono. Yo no amo a nadie Georg. No pienso amar a nadie NUNCA. El “amor” convencional, por más alegrías que te dé… Siempre termina dejando un vacio. Siempre te hiere. Igual la amistad. En realidad no puedes confiar en nadie. Todos creen que va a llegar alguien que siempre los va a salvar, y nunca llega nadie a tiempo. Los seres humanos somos muy complejos. Ya deberías saber eso. Yo no soy como las chicas que has conocido. Soy única, diferente. Algunos piensan que soy egoísta. ¿Por qué? Porque la postura de mártir, de “Yo no importo, los demás van primero”; las personas lo consideran correcto. En conclusión: Yo me amo. Yo confío en mí porque soy la única persona en este planeta que en realidad me entiende, sabe lo que pienso, lo que me gusta y lo que me disgusta. Yo voy a estar conmigo toda la vida, y hago con ella lo que quiero. Primero YO, después YO, y hasta el último YO.
-Wow. Eh esa es mucha información para mí. Si eres única. Eres un gran misterio.
-Lo sé. Es sólo autoconocimiento. Ahora me toca a mí ¿Qué tanto sabes de ti mismo?
-¿De mí? Eeeh… este… Yo no tengo una “filosofía” de vida como tú. Pero en algo me parezco a ti. Me gusta hacer lo que yo quiero, y la mayoría de las veces lo logro. Lo que yo quiero es ser una estrella de rock. Hacer música en compañía de mis mejores amigos. Eso es lo que me hace feliz. Pero en lo que somos muy diferentes. Es que yo soy muy enamoradizo. Y cuando encuentro a una chica especial no la dejo ir por nada del mundo. Mi problema es. Que siempre me enamoro de quien no debo.
-Suena feo. En fin… Nunca lo sabré Jajaja
-Cambiando de tema. ¿A dónde iremos primero?
-Nos subiremos a eso- dije señalando la montaña rusa más alta en todo el parque- hasta que vomitemos.
-¿Segura?
-Más que segura. Hasta compraremos pases especiales para pasar primero.
-Okey.

5 p.m.

-¿Listo para la acción Listing?
-Eso creo- Nervios. Uy que raro, ya se le quitarán a la segunda vuelta…