9/2/11

Fan fic: I'm not just anyone. Capítulo #5: Sekhmet

5 Abril de 2010, 2:30 p.m.

Buscar hotel fue cansado, a Bastet no le gustaba ninguno, “Todo esto es muy comercial”, les decía a todos los gerentes de cada uno de los hoteles, al final terminamos aquí; en una choza de uno de los habitantes del pueblo, que por cierto estaba en medio de la nada, como a ella le encantaba.
Estamos a punto salir a visitar las famosas pirámides que tanto le gustan, debo apurarme, pero mi cabello en este clima se esponja y no lo puedo mantener como a mí me gusta. En fin, no creo que nadie me reconozca, listo, una coleta está bien.
-Hasta que te dignas a salir.
-Bueno, ya sabes, mi cabello…
-No importa ya, te ves bien.
-Gracias, igualmente.
Con el dinero que tenía en mi tarjeta rentamos un helicóptero, nunca me había dado cuenta de lo placentero que es sentir el viento en tu cara, y que no haya más ruido del que hace el helicóptero, tener tiempo para meditar, para pensar en todo lo que no tienes tiempo de pensar en un agitado día de trabajo. Dos horas y media viajamos para que nos dejaran en la entrada para turistas de la pirámide.
-Gracias Hagen, eres increíble.
-De nada, pero ¿Por qué increíble?
-Porque otro en tu lugar buscaría conquistarme, o simplemente ni me hubiera mirado, tú haces todo esto porque sí, sin buscar nada a cambio. Eso es una gran virtud.
Si tan sólo supiera que en el poco tiempo que la conozco lo único que quiero es a ella, que quiero estar a su lado en todas sus locuras.
Debo hacerme a la idea de que eso nunca pasará. A menos que ocurra un milagro. Lo veo muy difícil, pero la esperanza es lo último que muere, o al menos eso he escuchado.
-Oh Dios mío, esto es todo lo que había soñado toda mi vida.
-A mí nunca me había llamado la atención. Algo me enseñaron en el colegio, pero lo tengo borroso. ¿Por qué te interesa tanto?
-Porque te puede sorprender en cualquier momento- Noté algo raro en su manera de decirlo.
-¿Qué tipo de sorpresa?
-Ah no sé, podría ser algo como esto- Me dio media vuelta ya que yo estaba de espaldas a ella, me miró como una fiera hambrienta, me tomó de la barbilla, vió mis ojos, y me perdí en los suyos, esos grandes ojos marrones; con suma delicadeza rozó mis labios con los suyos. Al principio estaba nervioso, debo aceptarlo, pensé que sólo lo hacía para humillarme, y luego reírse de mi inocencia; pero siguió ahí, con ese beso tierno y cálido, sincero.
Cadí. Al paso del tiempo ese beso fue subiendo de nivel. De un roce de labios, hasta jugar con nuestras lenguas, recorriendo hasta el último detalle de cada una de nuestras bocas, parecíamos verdaderos animales, insaciables, dejándonos poco tiempo para respirar entre cada beso, y aún no lograba entender porque lo hacía, sinceramente no me importó, eso era todo lo que deseaba en este mundo. La cosa se estaba poniendo más intensa. Pude sentir su suave piel cuando puse una de mis manos en su cintura, y la otra tratando de llegar un poco más lejos.
-No Georg, aún no es el momento.
-Claro que es el momento, aunque tal vez no sea el lugar. Eso no tiene importancia ¡Yo te amo!
-Y yo a ti, pero no sabes quién soy.
-Claro que sí, bueno, quizás no te conozca de hace mucho tiempo, pero juro que lo poco que te conozco… me he enamorado de ti- Sí, estaba enamorado, mucho, y no me importa decirlo, porque sé que aunque sea, muy en el fondo, ella siente lo mismo por mí.
-De verdad Georg, si quieres salir conmigo me tienes que escuchar, debes saber algo de mí, de mi pasado y presente.
-Te escucho.
-No soy quién crees.
-¿A qué te refieres?
-Tú conoces a Bastet, pero a mí no.
-No te entiendo. Tú eres Bastet -Lo era ¿o no?- bueno, ese es tu nombre.
-No Georg, mi nombre no es Bastet, yo soy Sekhmet.
-Sigo sin comprender.
-Somos como un paquete Georg, dos en uno, las dos estamos en éste cuerpo, pero cada una es diferente, las dos felinas, las dos hermanas, las dos polos opuestos, las dos nos complementamos y hacemos uno, por separado somos un desastre, pero cuando estamos las dos juntas pueden pasar muchas cosas. Yo amo el amor, no por lo que da, sino por lo que es, cada persona tiene su propia definición de amor, y es así como debe ser; mi hermana en cambio, ama la libertad, por como la hace sentir, para ella eso es el amor, ella no busca el amor en otro ser humano, lo ha encontrado en ella misma. Yo soy la romántica, y la que maneja el dinero. Casi siempre me deja “salir” cuando ve que ya no tiene nada en los bolsillos, hasta ahora he vivido muy triste dentro de Bastet, y como ya dije, ella no busca el amor en un hombre; no te ofendas, pero no sé porque permitió que la siguieras. Quizá quería probar qué era compartir con alguien su libertad, alguien que no se espantara con lo loca que está, más bien, que estamos. Mira Georg, todo esto se puede resumir: Bastet nunca amó a nadie y nunca la hará, más que a ella, claro, yo te amo, más allá de todo, sé que tú estás enamorado de las dos, tu beso lo dijo todo, pero sólo puedes amar a una, Bastet puede impresionar a cualquiera que la conozca, pero sólo YO te amaré, para siempre. Escucha a tu corazón, él sabrá que es mejor para ti, me voy, piénsalo.
-Claro.
¿Qué fue eso? Pobrecita, tiene doble personalidad y así anda por el mundo, ya lo había visto en psicología, jamás pensé toparme con una persona con ese desorden mental, pero ¿Cómo se le puede llamar al desorden mental que tengo yo por enamorarme de ella? O más bien, de las dos. Nunca en mi vida me había preguntado el significado del amor; tal vez Bastet y Sekhmet sean la respuesta. Por primera vez escucharé a mi corazón, me dejaré llevar por mis impulsos, y por lo que mi cuerpo me pida. Por supuesto que no puedo comportarme así todo el tiempo, soy demasiado analítico para comportarme de esa manera. Nada pierdo con intentarlo. Cuando “salga” Sekhmet se lo diré, mientras tanto aprenderé a vivir a manera de Bastet. Estoy a punto de cometer la locura más grande de mi vida, y esto es sólo en comienzo.

8:45 p.m.

Pasaron las horas, ya es noche cerrada y Sekhmet no ha aparecido, quiero saber que pasará; el beso que nos dimos hace rato fue tan mágico, tan sincero, tan indescriptible, me hizo que me elevará hasta la luna. Y ahora sólo siento la impotencia de no poder besarla de la misma manera. Eso me hace pensar (de nuevo el viejo yo) que sí amo a dos mujeres, ¿dos? Sí, porque cada una es diferente, aunque tengan el mismo aspecto físico, son muy distintas entre sí, ¿Se le considera ser infiel? ¿Aprovechado?, o bien ¿Loco?, o se le podría llamar amor, y me vuelvo a preguntar lo que tantas personas se han preguntado ¿Qué es el amor? Al menos tengo una pista, cada persona tiene su definición de amor, lo que hace que se vuelva aún más borroso. Ahora de tanto pensar tengo dolor de cabeza.
-No pienses tanto, el corazón tiene la respuesta, ¿El tuyo ya le tiene?, yo sé que así es Georg, no te confundas, ya soy yo otra vez. Sekhmet.
Doble personalidad, cada una más loca cada vez que abren la boca, y aparte psíquica. Bravo.

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